Este dicho popular es una gran verdad como que el cielo es azul, no hay reunión venezolana en la que se pueda prescindir de su presencia así como así, todo el mundo pregunta por ellos y si no hay… se pone en tela de juicio el éxito de la reunión. Parece mentira que una barra de queso envuelta por masa de harina de trigo tenga tal notoriedad en la mesa de pasapalos, no hay dieta que valga ni edad para consumirlos, a todos nos gustan por su mezcla simple de sabores y aunque ahora existen muchas variaciones, la receta original es la ganadora.
La fórmula del éxito se tiene muy clara pero no podemos decir lo mismo del origen, si bien se sabe de ellos desde principios del siglo XIX existen diferentes teorías de su proveniencia, los peruanos se atribuyen la invención de esta delicia gastronómica, Miro Popic asegura que los tequeños son un invento de un italiano que vivía Villa del Rosario en el Zulia donde abundaba el queso y aman lo frito, pero la historia más popular es la de las hermanas Baez que vivían en Los Teques y ofrecían maravillosas comidas a sus invitados que eran de familias pudientes y los introdujeron en Caracas por la estación del cialis online tren que estaba en Caño Amarillo y donde la gente exclamaba “llegaron los tequeños” para referirse a los oriundos de esa zona.
Cualquiera sea su verdadero origen, son nuestros porque si! Porque son bienvenidos en cualquier ocasión y les caen bien a todos, se pueden acompañar con diversas salsas y sus más recientes variantes le dan un toque gourmet incluyéndole ricota, salmón, otros quesos, chocolate, guayaba y pare de contar con la inventiva venezolana que no se detiene.
INGREDIENTES
2 tazas de harina de trigo
5 cucharadas de mantequilla
1 huevo
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de azúcar
5 cucharadas de agua fría
1/2 kg. de queso blanco semiduro, cortado en tiras de 5x1x1 cm.
Abundante aceite de maíz.
Papel absorbente
PREPARACIÓN
Se dispone la harina en forma de corona sobre una mesa limpia y seca, en el centro se coloca la mantequilla y el huevo. A parte se mezclan la sal, el azúcar y el agua para ir agregando progresivamente a la mezcla anterior mientras se va amasando muy bien hasta que se forme una masa suave y uniforme que no se pegue en los dedos ni en la mesa. Luego se estira con un rodillo para que quede como una tela de medio centímetro de grosor y se corta en tiras de 1,5 de ancho y 15 centímetros de largo para enrollar los trocitos de queso hasta que queden completamente cubiertos y no se vayan a abrir mientras se fríen en abundante aceite caliente a fuego medio, colocándolos finalmente en papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.