En la cocina venezolana hay tanto por rescatar que uno se vuelve adicto en la búsqueda, tanto que llega un punto en el que el cerebro lo hace involuntariamente, así llegó de pronto una imagen a mi mente como una revelación… recordé exactamente como se veía, olía y sabía el funche de mi abuela, inmediatamente comencé a salivar y casi podía sentir en el ambiente su aroma, ver la textura que tomaba cuando se hacía sofrito y de inmediato me puse a buscar esa receta.
El funche no es otra cosa que un tipo de polenta, el popular alimento que data de fechas insospechadas y que probablemente estuvo en la mesa de la última cena, sólo que se hace con una harina de maíz que se preparaba con el grano crudo –a diferencia del que conocemos para las arepas que se prepara con el grano tostado-. En Venezuela esta se conseguía gracias a la marca La Lucha, pero hace un buen tiempo que no se le ve por las estanterías, sin embargo no creo que sea una razón suficiente para no prepararlo.
Para quienes cocinamos diariamente, es de vital importancia simplificar! Comer bien sin pasar mil horas en la cocina, porque aunque amo hacerlo no siempre tengo tiempo para dedicarme exclusivamente. Así que soy una cazadora implacable de recetas que me faciliten el día a día, por lo que el funche encaja muy bien en mis planes y además me trae maravillosos recuerdo de cuando mi abuela vivía para consentirnos.
Les comparto este legado y los animo a que la preparen, la den de comer a sus familiares y amigos para rescatar un legado venezolano muy versátil que se puede ‘envenenar’ a punta de creatividad con caldos de carnes, vegetales, guisos navideños y hasta su versión en dulce he leído por ahí.
INGREDIENTES
- 300 gr. de canada pharmacy viagra harina de maíz
- 4 tazas de agua
- ¼ taza de aceite de maíz
- 1 pimentón verde
- 1 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 4 ajíes dulces rojos
- aliños verdes y sal al gusto
PREPARACIÓN
En una olla se pone a hervir. En un caldero profundo se sofríen todos los vegetales cocinándolos bien sin que se duerman, a esto se le añaden 2 tazas del agua hervida agregando poco a poco la harina de maíz y moviendo constantemente con una aleta de madera para que no se formen grumos, así se va agregando toda la harina con lo que se ha reservado del agua hervida hasta formar una sola mezcla.
Cuando la mezcla tenga una consistencia entre suave, espesa y comience a hacer ebullición, esta listo para colocar en un molde refractario, esperar que baje la temperatura y se mete a la nevera.
Lo ideal es picarlo al día siguiente en rebanadas, palitos o cuadritos y poner a la plancha, al grill o sofrito para acompañar como contorno, utilizar con cualquier salsa tipo pasapalos o solito con queso para un desayuno.