Esto si es un postre como para concursar por un buen coma diabético, pero irresistible sin duda alguna!. Hace poco probé una torta de plátano que me supo a más y a #tequieromuchocondemasiado, un manjar que sólo una abuela puede hacer y que afortunadamente puede uno probar… salida del legado familiar de doñas rosándose los codos trabajando en la cocina, de delantales de florecitas con bolsillos y de manos arrugaditas.
Una receta perfecta que doblega la cara más dura y que no se cree de la sencillez que fabrica un sabor inolvidable, prácticamente imposible de perfeccionar porque no le falta ni le sobra. En mi humilde práctica -aunque sea sarcástica como en esta ocasión- me pregunté “¿cómo carrizo mejoro esta delicia?” y de pronto recordé una receta de mi bisabuela Catalina Bravo de Urdaneta, que fue publicada en el libro “Estelas de bien” junto con muchas otras delicias tradicionales venezolanas e historias de mujeres influyentes de su época, donde solo le agregaba un ingrediente para hacerla más impactante aún.
Con el “zuliana” le agregó la guayaba y mejor aquí se las dejo para que la saboreen con solo leerla… pero me gustaría más saber como les queda cuando la preparen!
INGREDIENTES
- 5 huevos
- 1 taza de harina
- 1 taza de azúcar
- 2 cucharadas de agua o leche
- 3 plátanos maduros
- 200 gr. de queso blanco suave cortado en rebanadas
- 1 taza de mermelada de guayaba
PREPARACIÓN
Batir las claras a punto de nieve, una vez levantadas se les agrega –sin dejar de batir- el azúcar, las cucharadas de agua o leche y las amarillas de los huevos. Luego se agrega la harina con movimientos envolventes.
Se unta un molde con mantequilla y se hace el proceso de ‘enharinado’ con polvo de pan rallado y cernido, luego se procede a armar por capas alternando del batido de harina, tajadas de plátano fritas, mermelada de guayaba, el queso en rebanadas y por último el batido.
Se precalienta el horno a 350 y se mete por 30 minutos y se sirve tibia.